Obviamente, aquí las cervezas no se piden a lo sevillano ni te ponen una Cruzcampo por un euro, pero los Países Bajos es un país famoso por sus cervezas, flanqueado por dos países más cerveceros todavía si cabe, Alemania y Bélgica. Por cierto, ahí va una curiosidad: a la derecha está el símbolo oficial de la marca de cerveza andaluza "Cruzcampo", cuyo hombre regordete es Gambrinus, famoso rey belga amante de la cerveza y patrón no oficial de la misma. Para más inri, resulta que Cruzcampo pertenece desde hace algunos años a Heineken, el grupo cervecero neerlandés por excelencia. Al final... todo está conectado.
Otra muy famosa por aquí es Bavaria, la mayoría de las cuales se suele pedir sin alcohol. Es pues la marca de sin alcohol por excelencia... y por ende no la he probado aún. La otra variante tiene 5,0%, como la mayoría aquí.Tampoco la he comprado ni pedido, supongo que ya lo haré algún día... si eso.
Continuamos ahora con una rubia fabricada en Bélgica, de fuerte sabor dulce, un alucinante 8,0% y que entra entre las más caras en el supermercado, Leffe. Es toda una delicia beberla, aunque el precio que tiene hace que sea prohibitiva para usarla de antesala para una fiesta.
Tiene un fuerte regusto, así que medio caliente es de esas que si las bebes te arrepientes. No sabe para nada como una cerveza española, típicamente refrescante, pues el sabor acaramelado de ésta, sin ser como una cerveza negra o una de chocolate portuguesa, hace que aún fría no deje sensación de frescor en la boca. En resumen, es una cerveza para degustar.
Vamos ahora con otra de fabricación holandesa, aunque mucho más marginada aquí que en España. La propiertaria de la vieja Águila aquí es una cerveza barata, floja, de menor graduación de lo común y es poco consumida.
La compré hace un tiempo por ser económica, pero su mala calidad terminó por volverme loco junto a su tapón de rosca casi imposible de abrir a mano descubierta sin hacerse uno más daño que lo que después se disfruta la birra. Es curioso, pero diría que en España Amstel tiene más fama, renombre y se bebe más que aquí.
Turno para la cerveza del toro que, sorpresa, no es española ni por asomo. Aquí la cervecita del toro es Jupiter, de mediana calidad y mediano precio, quizás una de las más fáciles de conseguir en los bares tras el trío Heineken-Bavaria-Brand. También algunos locales la tienen en sus letreros, aunque son minoría.
Se trata de una cerveza belga, como tantas aquí, aunque no sabría decir si allí se bebe más porque he ido poco y ninguna de las veces he
Voy a terminar la exposición de cervezas locales con una belga, cómo no. Tras probar con la Brand, la Jupiter y la Amstel... encontré la horma de mi zapato. Martens es la cerveza más económica por aquí y no por ello es más suave o sabe mal. Las hay mejores, está claro, pero disfrutar de una cerveza que me cuesta a un euro el litro aquí es todo un hallazgo. De hecho, Heineken en el supermercado vale el doble, para que podáis haceros una idea. Por todo ello, aunque la ponga al final de la lista, Martens es la rubia de mis amores, la cual me acompañaba hasta hace poco en las salidas a habitaciones Erasmus ajenas antes de salir de fiesta. Uso el pasado porque desde hace dos o tres semanas me estoy aficionando al vino tinto... español, por supuesto. Aquí el Rioja de importación está sólo a 3,3€ la botella y el Aldea valenciano a 2,2€.
Espero que os haya gustado esta exposición. Aquí la cerveza me vale un ojo de la cara en comparación con España... pero los griegos, italianos y franceses están encantados de tener este oro líquido a los precios de aquí, sobre todo las cervezas belgas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario