¿Te gusta la crema de cacahuete?

Pocas veces una película merece profundos elogios de mi parte. Quizás debido a que veo pocas; quizás debido a que soy muy exigente con ellas y sólo me quedo con las que me llegan tanto que las volveria a ver.

Una de ellas es Meet Joe Black -¿Conoces a Joe Black?-, sin duda. Una trama original, una buena actuación de Brad Pitt y, lo más importante, unos diálogos insuperables. Escenas como el discurso sobre el amor, la curiosidad de la Muerte o el "así es la vida final" quedaron grabadas en mi mente la primera vez que vi la película. El otro día vi unos fragmentos en italiano, quizás me anime a verla completa en inglés o italiano. 

La cuestión central, que he dejado para el final, es que me acordé de esta película viendo en un estante del Jumbo la crema de cacahuete. Nunca la había probado, más que nada porque tampoco la vi a la venta, pese a conocer la afición que por ella tienen americanos y australianos. Ya la he probado y he de decir que me gusta, aunque es MUY empalagosa y hay que tomarla a pequeñas cantidades.

Hoy tocaba cena

Tras el primer intento de menú, en el que explicaba la alimentación Erasmus, y el segundo intento, que superó al primero, traigo la revolución definitiva.

Se trata de la cena de ayer, que me preparé un poco más a conciencia de lo habitual. De hecho, quedé saciado y cumplí con mi madre, que me decía que de vez en cuando me diera un capricho cárnico. Me supo tanto a gloria la comida que igual me planteo lo de las 10 veces de pasta a la semana... -normalmente supero ese dato-. En cualquier caso, por un día va bien, lo que lo hace especial es precisamente eso. 

•  Primer plato: Sopa espárragos con fideos

• Segundo plato: Chuletas de cerdo con ensalada

•  Bebida: Vino tinto valenciano del 2010

• Postre: Plátano

¡Va por vosotros!

Tradiciones, tradiciones son, aunque estés a miles de kilómetros. En mi vida, y gracias a mi gran amigo Dima, un chupito -así se empieza- de vodka cada cierto tiempo es una tradición a la que no se puede renunciar, aunque tenga a mis amigos tan lejos como ellos la sabana africana.

Tenía pendiente desde hace algún tiempo echarme una foto tomando uno de esos chupitos de vodka Smirnoff que pido. Suele ser una de mis preferencias, porque durante un tiempo me traslada al sur de España con toda mi gente, con lo que sigo el ritual completo: un segundo en el aire en brindis ceremonioso al club del vodka (Dima, José, Fender, Vázquez), un segundo en la barra y a continuación un pequeño recorrido por ella que termina cuando lo levanto y lo bebo (esto último por Elena). 

Pues bien, ya me eché la foto y ahí va ese brindis desde Holanda para todos mis amigos de allí, que mientras a mí me matan a libros por leer siguen disfrutando del tiempo (atmosférico y libre) de la Universidad de Huelva.

Dale a tu cuerpo alegría, Macarena...

...que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena. Bueno, he aquí mi segundo vídeo realizado. Se ve oscuro, pero lo principal es que se escuche que lo que suena. Pese a no dar pruebas espero que confiéis en que lo he grabado en Maastricht. De hecho, lo grabé la noche del 28 de octubre en el pub Highlander. En él se aprecian dos chicas encima de una mesa (derecha) y un grupo de personas (izquierda) bailando la famosa coreografía de la canción de Los del Río.