Yo la he visitado menos de veinte veces, más del noventa por ciento de las veces para hacer fotocopias, pero hay compañeros para los cuales la Biblioteca Universitaria de Maastricht es poco menos que su segunda casa -si aceptamos como primera la residencia, claro-.
Mi novia, viendo vídeos y fotos de estudiantes Erasmus, llegó hace unos meses a una conclusión bastante generalizada: ni una sola imagen en la Biblioteca. Me propuse entonces que yo sí la haría y ahí está, a mediodía en la biblioteca.
Me estaba partiendo el culo de risa porque se hace raro en medio de tanta gente sacar la cámara para hacer una foto. Por eso, y porque la rubia de al lado se puso a mirarnos raro a Feng y a mí y él hizo la foto de manera que saliera en ella. Es más, después apuntó directamente a la concentrada estudiante.
Con esta entrada voy a inaugurar una sección: Rompiendo mitos. Hay muchos mitos sobre las Erasmus y la mayoría se caen por su peso, sí, pero cuando la vives. Compartiré algunos de ellos. Por cierto, los papeles que se ven en la foto todos juntos suman dos dedos de grosor y es el material de una semana para prepararme la presentación de 20 minutos que hice ayer. Por suerte fue todo un éxito.
a mi las bibliotecas como ke no me van mas bien me dan alergia
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