Ya ha nevado en Maastricht, contra todo pronóstico. Eso sí, lo que ha caído no es más que un poquito de aguanieve que obviamente no ha sido suficiente para formar capa en el suelo ni por unos minutos. Pese a ello los coches se veían blancos.
He de decir que pedalear en bicicleta con el viento en contra, bajo cero y cayendo aguanieve no es en mejor de los escenarios posibles para un rato idílico. Tenía la cámara en el dormitorio y cuando entré la nieve del chaquetón ya era agua, pero al menos quedaba algo en el gorro que ha podido capturar el flash de la cámara. Ahora a secarlo todo para ir mañana a Ámsterdam.
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