miércoles, 2 de noviembre de 2011

¡A trabajar!

Tras tan larga y ansiosa espera, por fin estoy en mis cursos y este lunes he tenido mis primeras clases. Empezaba mal, porque tenía que agenciarme unos libros para leer y no lo había hecho. Entonces, quise levantarme temprano para ir a leerlos. Como tenía que pagar el mes de la residencia y entre una cosa y otra... nada, al cajón de las intenciones rotas. 

Fui a la Facultad con una hora de ventaja, de tal suerte que cuando terminé de pagar la residencia todavía pude ir a la Facultad, aparcar, buscar las aulas donde iba a dar clase y tener media hora de sobra. Me acerqué a la bibioteca a ver si podía al menos imprimir algo... y en ello eché más tiempo del que tenía. Además, fue un fracaso porque me lié tanto que no se cómo imprimi un documento de un estudiante de Ciencias Sociales.

Frustrado, fui a mirar la hora y el móvil empezó a jugármela. Al desbloquearlo se apagó y al encenderlo tardó un rato bueno, para darme el tiempo a poner el pin e irse de nuevo a dormir. Nada... seguramente llegaba tarde. Cuando pasaba por delante del edificio de la facultad, tras las ventanas vi llena de gente la sala que suponía era donde daba clase... joder. Al llegar, la puerta estaba cerrada, pero mejor maleducado que ausente. "Siempre llegando tarde" oia decir a mi novia en mi mente. "Sí, sí, bueno, culpa de las fotocopiadoras" me excusé ante ella mientras aporreaba suavemente la puerta. Sin respuesta. Me aventuré a entrar y el profesor ni se inmutó, así que hacia la silla. El profesor hablaba bien, tanto que no le entendía nada. ¿Dónde estaban mis compañeros de mi residencia? Le pregunté al alumno de al lado si eso es "Law in Europe" -Derecho en Europa-. Su respuesta fue tan muda como tajante. Me enseñó una hoja donde ponía "Metajuridica" y muchas palabrejas en holandés. Coño, por eso no entendía nada... Susuré disculpas y salí con el rabo entre las patas, cerrando la puerta tras de mí. Risas. Miré de nuevo en la chuleta del bolsillo. Joder, era en la primera planta y ahora llegaba más tarde aún. Al fin llegué. Me cercioré dos veces del cartelillo de la puerta, entreabierta, y mientras buscaba la chuletilla el profesor me vio y me invitó a pasar. "¿Law in Europe?" fue lo único que acerté a articular entre jadeos. Una respuesta afirmativa, seguida de una avalancha de palabras que tuve que pedir que fueran repetidas me dieron la bienvenida a la clase. Lo primero, presentarme. 

La clase transcurrió muy bien. La lección era Derecho romano, así que gracias a Felipe Toscano y sus romanos tirando palos sobre el vecino -chiste exclusivo para sus alumnos- pude lucirme en compañía de mi amigo Antonio Martinelli. El profesor es argentino, lo que hace traer de cabeza a los italianos por su pronunciación de los latinajos. 

Tras terminar, tuve media horita de descanso. Me fui a tomar un café en la máquina, malísimo... he visto aguas fecales con mejor color. En fin, para adentro y tuvo que surtir efecto porque estuve la hora siguiente medio malo con ojos de búho. La clase de proceso penal estuvo muy ilustrativa, el examen es con los libros delante, justo lo que más odio por delante de los tipo test, pero bueno... habrá que intentarlo. Una vez hube terminado me volví a casa y leí un poco del libro que nos ha regalado la de procesal. En inglés, obviamente, así me voy haciendo cuerpo. Un poco de diccionario a veces, pero así es como se va cogiendo vocabulario, leches. Ahora, a ver qué tal las siguientes clases.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...