Hoy tocaba atender a las tareas domésticas, aprovechando el fin de semana. En concreto, a las relacionadas con el ciclo natural de la ropa desde que se ensucia hasta que está lista para volver a ser usada.
Así, aparte de recoger mi habitación algo más concienzudamente de lo habitual, empecé la tarde tirando de plancha en el cuartillo lavadero, como se ve a la derecha. Tenía que planchar lo que ayer había metido en la lavadora y dejado secar, aunque según la lógica lo primero sea la lavadora... ya que eso ya lo había hecho.
Pese a todo, había más ropa que lavar, pues aunque la ropa oscura ya estaba planchada, tocaba meter la ropa clara en el bombo. Así, mañana por la mañana me tocará darle de nuevo a la plancha, más que hoy debido al tipo de prendas que he tendido esta tarde. En la foto se ve cómo el tenderete de interior está hasta arriba... por suerte la calefacción está cerca y ayudará un poco en el proceso.
Finalmente, a doblar lo planchado y a colocarlo todo en el armario tal y como puede observarse. Todavía me quedan algunas cosillas de cara al pequeño almuerzo de tapeo que estoy organizando para mañana para mis compañeros Erasmus. Habrá salpicón de marisco, pipirrana, aceitunitas... y aunque vaya a faltar la sangría porque el supermercado la tenía agotada, sí que habrá Rioja -cosecha del 2010-, vino dulce y tinto de verano. Espero qur todo salga a pedir de boca.
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